Según un estudio conjunto del CiberCV y del Instituto de Investigación del Valle de Hebron, de Barcelona, durante los días de mayor contaminación se producirían más infartos de miocardio en la ciudad de Barcelona. Para evitarlo, los expertos apuestan por adoptar firmes políticas medioambientales que reduzcan, al menos, 10 μg/m3 de las partículas en suspensión PM 2,5, las más perjudiciales.